Pues efectivamente, es pronto. Empezaré compartiendo un texto que escribí el 13 de enero y que ha sido mi última publicación de Instagram hasta el momento.
¿Cómo vamos a presentarnos si ni siquiera nos conocemos? Esto simplemente es una pincelada de lo que hay dentro de casa.
Todo gira entorno a una única frase que me dijo Anne. Esa frase fue "de estas cosas son de las que vivo yo". Le pude dar mil vueltas y más aún cuando vi la película 'Soul' que para mí tiene mucho que ver con esta frase y yendo más allá con otra frase que siempre ha estado en mí y es 'no se trata de estar vivo sino de sentirse vivo'.
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*puede contener spoilers*
En la película mencionada conocí a Joe, un profesor de música, y un apasionado de la música de Jazz, que sueña en convertirse en músico profesional.
Desgraciadamente pude ver a través de la pantalla como pasaba el tiempo y Joe no lograba cumplir su sueño. No era suficiente con tal presión que al mismo tiempo su madre no le apoyaba en absoluto con este sueño ya que tenía su propia definición de éxito y para ella labrarse un futuro era sinónimo de contar con un trabajo fijo y por tanto con sus beneficios ya sean estabilidad laboral, seguro médico, pensión, etc. Llegué a sentir su frustración como si de mi cuerpo se tratase.
¿Cómo no vamos a sentir tan nuestra esta emoción si esta presente cada día nuestras vidas? Estamos expuestos a la constante comparación con el éxito ajeno, a patrones de vida idílicos, a tiempos marcados o incluso a una felicidad aparentemente continua. Y aquí me surge una pregunta y es que, ¿Acaso todos somos iguales y tenemos que seguir el mismo camino de la misma forma? ¿El éxito tiene el mismo significado para cada uno de nosotros?
Para nosotras el éxito va mucho más allá y puede depender de factores meramente subjetivos, de sentimientos más profundos que el simple hecho de tenerlo todo y no tener que preocuparse por nada. Hay una barbaridad de formas de llegar a sentir el éxito según qué factores puedan influir en el modo de vida en que estemos viviendo e incluso del momento de la vida que estemos experimentando.
Puede que el éxito simplemente se sienta como crecimiento personal y no por ello debemos despreciarlo.
Continuando con la película, un día afortunadamente le proponen a Joe formar parte de una banda de jazz y digamos que es la oportunidad estuvo esperando toda su vida, pero tiene un accidente y por 'error' su alma termina en otra dimensión.
En esta dimensión las nuevas almas adquieren sus personalidades, peculiaridades e inquietudes antes de ir a la Tierra. Las almas pueden ser inseguras, egocéntricas, distantes, etc. En este escenario contamos con un alma muy especial conocida como veintidós.
Veintidós lleva toda una vida intentando encontrar la chispa, pero nada le llama la atención. Se niega a empezar a vivir y no quiere ir a la Tierra. Joe intentará mostrarle los aspectos lindos de la vida y por qué vale la pena transitarla aunque en un primer instante sólo quiera su pase para ir a la Tierra.
Imaginé por un momento ser veintidós y, ¿Cómo reaccionaría yo en su situación si tampoco consigo encontrar "mi chispa" y por ello no me siento lo suficientemente buena ya que lo único que escucho es que el mundo sólo necesita gente extraordinaria? Pues al final esas palabras te hacen sentir culpable y pierdes el interés por absolutamente todo.
Veintidós baja a la Tierra y resulta a los ojos del espectador un viaje maravilloso en el que se descubre el verdadero poder de la vida y de las pequeñas cosas.
En este viaje le he prestado especial atención a veintidós y a su primer contacto con la vida. Anoté algunos momentos que me llegaron al almita como por ejemplo cuando entra en un cuerpo humano por primera vez y sus palabras son "me noto a mi misma notando" ya que en la dimensión en la que estaban no tenían tacto, gusto, ni olfato.
Otro de estos momentos es cuando comenta que alguien en el metro la ha asustado gritando, pero que aún así le ha gustado. Diré que sentí alivio al pensar que se le da (a mi parecer) importancia y validez a sentir cualquier tipo de sentimiento y que por eso aunque asustarse sea algo 'malo' le llega a gustar.
Y por último, abrazo muy fuerte el momento en que se emociona pensando en que su propósito quizás es mirar la cielo o simplemente andar.
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No tienes que tener un propósito para vivir, simplemente tienes que vivir. Disfrutar y sentir. Apreciar los detalles y agradecer. Nos ciega la idea de que tenemos que hacer algo grande para ser alguien y sentirnos completos, que tenemos un propósito y que estamos aquí únicamente para llevarlo a cabo cuando lo más importante es el camino. Vivimos de la mano de la ansiedad sólo por querer alcanzar un objetivo y eh, qué está muy bien tener objetivos y saber qué camino quieres seguir, pero disfruta de todo aquello que te rodea y te acompaña.
¿Estas dónde quieres estar? ¿Te sientes agradecido? ¿Crees que podrías disfrutar más? La única manera de saber si algo nos gusta es experimentarlo y joder, como disfrute el otro día en la nieve. La claudia del pasado no habría ni pisado la calle, pero la de ahora no se preocupaba ni por la gente desconocida que la rodeaba y observaba porque estaba demasiado concentrada en disfrutar del momento.
¿Sabéis qué? Está muy bien vivir con los pies en la tierra, pero dejaos sentir e ilusionaos. Sed vosotros mismos y haceos caso. No está de más volverse loco y salir de la rutina.
Para os que me conocen, saben que paso la mayor parte del tiempo poniendo voces o haciendo el gilipollas y hasta hace unas semanas no me había dado cuenta de que quizás me gustaría hacer teatro o doblaje.
No dejo de descubrirme y me tengo intrigadísima...en plan, ¿Qué será lo siguiente? Joder es que incluso desde hace unas semanas me levanto con más ganas por el hecho de desayunar mi tostadita con jamón y queso de cabra, o sea, ¿Quién diría que me podría hacer tan feliz el hecho de desayunar? Y más ahora que a veces puedo desayunar en un balcón con vistas a un cachito de playa.
¿Qué será lo siguiente? No sé, estoy escribiendo en un blog que abrió la claudia adolescente en 2011 cuando tenía 13 años. Ahora tengo 23 y aún me queda un camino muy largo por recorrer para conocer a todas y cada una de las niñas y mujeres que habitan en mí.